MUNDIALInforme: Mi experiencia en Palestina
Por Roberto Torres Collazo
Editor del Colectivo Cambio Social, EE.UU.
19 de Junio de 2017
A partir del trágico 11 de Septiembre comenzamos a interesarnos por el acontecer en el Medio Oriente. Fué de esta manera que nos llevó a conocer de primera mano el conflicto palestino-israelí en mayo. De esta forma nos embarcamos en una delegación de 32 personas compuesta de un puertorriqueño, estadounidenses, británicos y canadienses. Fuimos con la organización Inter-faith Peace Builders con sede en Washington.
Nos reunimos con organizaciones pacifistas como Addameer, la Coalisión de Mujeres por la Paz, Defensa Internacional de los Niños-Palestina, la Comunidad Cristiana de Base, dormimos en Refugios de Palestinos, nos alojamos en casa de palestinos, compartimos su mesa y tomamos su sabroso te turko. Escuchamos a expresos políticos, hablamos con madres y padres de actuales presos políticos. Tuvimos un encuentro con con 133 jóvenes judíos residentes en EEUU y Canadá que se oponen a la ocupación militar israelí. Participamos en protestas pacíficas encontra del apartheid, colonización y ocupación del Estado de Israel.
Visitamos la Ciudad Antigua de Jerusalén, Jerusalén del Este, Cisjordania, Nablus, Belén, Ramallah, Hebrón, Tel Viv, Jaffa, zonas rurales Beli in' al norte y Sarura al sur. También El Mar Muerto y el Mediterraneo, en éste último las familias palestinas no pueden llevar sus hijos.
Desde el primer día se nos hizo evidente la represión brutal del Estado sionista de Israel. Es deseable aclarar que hay muchos israelíes que apoyan la causa palestina. Por otro lado, muchos turistas van Israel sólo por motivos religiosos sin preocuparle en absoluto de los otros Cristos sufrimientes palestinos. De esta manera inconcientemente perpetúan el sistema racista y excluyente. Fuimos a los lugares sagrados para cristianos, judíos y musulmanes en la Antigua Ciudad de Jerusalen. No sin pasar por la vigilancia militar israelí por la puerta de Damasco.
Pudimos observar y comprobar toda una ocupación militar, un apartheid y una colonización en tierras palestinas. Muestra de ello, es la ciudad de Hebrón. Hay carreteras para israelíes y otra para palestinos. Hay aceras para palestinos y otras para isarelíes. No pueden caminar y conducir sus carros. No pueden caminar por las calles de sus pueblos. Esto es una muestra de apartheid. Fuimos a dormir a la casa de un miembro del Centro Juveníl Contra la Ocupación y nos detuvo un militar cuando entrabamos a la casa de nuestro anfitrion. Nos preguntó que a dónde ibamos. Nuestro anfitrión le dijo que heramos turistas, nos dijo que esta es zona militar que no se puede hacer turismo por una nueva ley. Le cuestionamos su “nueva” ley, cosa que no demostró. Un compañero le dijo que solamente vamos a dormir en su casa y con una actitud de desconfianza nos permitió pasar.
En Hebrón está casi todo ocupado militarmente. Fuimos a una mezquita y a una sinagoga, también ocupadas militarmente. Cuando salimos de la sinagoga al frente había una tienda de judíos y otra pequeño negocio palestino. Fuimos a la de palestinos, pasó un judío colono en su camioneta y le gritó al dueño en Inglés: perro. Es muy típico que colonos judíos le tiren piedras a las ventanas de las casas de palestinos, le vandalizen sus carros, les maten sus animales. Una muestra más de la colonización judía, ya que en la ciudad que estabamos impuso un asentamiento judío mediante el robo de tierras, destrucción literal de casas palestinas a manos del gobierno israelí y el ejército.
Pudimos observar que muchas ciudades, villas y aldeas palestinas no estaban idenficadas con sus nombres en árabe. Nos explicaron que es una manera de invisibilizarlas. Dicho sea de paso, si buscas un mapa oficial de Israel, encontrarás que las que aperecen estan con nombres en hebreo o en Inglés. Pasamos por los abundantes puntos de revisión militar (check points), puntos para palestinos, no para israelíes. Donde son humillados y pasan largas horas al sol especialmente durante las horas pico. Los militares arbitrariamente detienen autobuses públicos, entran con armas largas, revisan todo y tuvimos que mostrar identificación. Visitamos los enormes muros de hormigón que dividen palestinos de israelíes y palestinos de palestinos. Donde se hace muy difícil que un palestino visite su pariente en un mismo barrio palestino.
Un derecho tan fundamental como tener una vivienda es violado diariamente en Palestina. Testigos residentes de Jerusalén del Este, nos informaron que llega el ejército a las 2, 3 ó 4 de la mañana. Imaginate que estas durmiendo, tu esposa e hijos, tus hermanitos, todo en silencio. Luces desde afuera invaden toda tu casa, sientes los ruidos de las excavadoras y los jeeps. Los niños se despiertan llorando y asustados, tu abuela o tu madre gritan que son los militares, tu padre asustado y corriendo te dice que lleves a los niños a la parte de atras de la casa. Tocan fuertemente tu puerta y no abres por temor a que maten a alguien de tu familia. Finalmente abres: un soldado te dice: “Tiene 20 minutos para llevarse todas sus cosas y salir de la casa, porque la vamos ha demoler”. Literalmente la hacen escombros. Tu y toda tu Familia estan en la calle viendo ante tus ojos cómo destruyen tu casa. Sacar permisos para construir casa es muy difícil. Si no sacas permiso, te dicen que tienes que pagar por demoler tu casa. Como no pueden, viene el ejército y te la destruye.
Participamos en Ramallah en una masiva protesta pacífica que considía con la visita del Presidente de EE.UU Donald Trump y fuimos reprimidos con gases lacrimógenos y balas de salva, que dejó un saldo de 9 heridos. Esta es la supuesta y mejor democracia del Medio Oriente. Los colonos judíos, el ejército, sus defensores internos y externos declaran que se trata de simples medidas de seguridad nacional. Pero si miramos la historia desde el punto de vista palestino y nos acercamos a la vida cotidiana de los palestinos, de lo que se trata realmente es de un proyecto colonizador, un apartheid y una ocupación militar de todo un pueblo. El destacado historiador judío Ilan Pappe va mas lejos, le llama un genocidio. Un genocidio cultural, político y económico con el fin de sacar los palestinos de sus tierras y quedarse con toda Palestina.
En el Medio Oriente, Israel es el perro faldero de EE.UU. En septiembre el analfabeta político Donald Trump aprovó el primer enorme paquete de ayuda militar al ejército israelí de $38,000 milones de dólares anuales desde 2018 al 2028 de acuerdo a la BBC de Londres. Los asentamientos de los colonos israelíes son ilegales de acuerdo al derecho internacional, los arrestos de niños entre 14 y 17 años por tirar piedras contra tamques militares son juzgados en cortes militares, de esta manera el Estado de Israel viola la 4ta Convención de Ginebra. Aveces son sentenciados de entre 10 y 20 años de prisión. Israel ha incumplido con más de 20 resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas y la complicidad de la mal llamada Comunidad Internacional.
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