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MUNDIAL

La rebeldía de la Tierra


Roberto Torres Collazo

En el 2003 una fuerte ola de calor inesperada en Europa mató 35,000 personas, un tsunami arrasó la costa del oceano Indico en el 2004, éste mismo año los meteorólogos se sorprendierón al saber de la formación de un huracán en las costas de Brasil ya que no se esperaba que se formara un huracán en esa parte del mundo, la catástrofe de Nueva Orleans junto por primera vez que se tenga conocimiento 27 huracanes en el 2005, el fenómeno climático de el Niño que impactó gravemente gran parte de Centroamérica y sean experimentado temperaturas nunca antes vistas en algunos países o ciudades, la pregunta podría ser : ¿Tienen esos frecuentes desastres de la naturaleza relación con la actividad humana?. El reciente Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático reunidos en Paris donde se reunieron cerca de 500 científicos llegaron a la conclusión que hay relación entre la actividad humana y el calentamiento global. Este último probablemente este asociado a los frecuentes cambios bruscos de la naturaleza en el mundo, indicaron los científicos. A nuestro juicio, son nuestras actividades las responsables del calentamiento global que está provocando frecuentes desastres climáticos.

Actividades humanas que consisten en el crecimiento de la población mundial, la degradación de la tierra, agotamiento de los recursos, la acumulación de los desechos, la contaminación ambiental de todo tipo, los abusos de la tecnología, la destrucción desmedida de la vida en todas sus formas, de manera especial el capitalismo internacional donde realmente importante es el lucro no el medioambiente, son algunas de las principales actividades humanas que contribuyen al calentamiento global. ¿Qué es el calentamiento global? En pocas palabras, en condiciones normales la energía del Sol entra en la Tierra, parte de esta energía solar retorna hacia el espacio y a la capa de la atmosfera, manteniendo así la Tierra ni muy fria ni muy caliente. El grave problema que tenemos actualmente es que debido nuestras actividades humanas la capa de la atmosfera está quedandose muy espesa y retiene la gran parte de la energía solar que debería salir al espacio y la atmosfera, en consecuencia se calienta demasiado la Tierra y los oceanos como si fueran un gigantesco horno en grados máximos sin que alguien pueda controlar la temperatura.

Habido en la antiguedad épocas calientes similares a las actuales como la más reciente que fué hace 55 Millones de años según algunos científicos, pero en la actualidad crece el concenso entre la mayoría de los científicos que los efectos del calentamiento global podrían ser desastrosos para muchos países; especialmente para los países pobres. Hoy si no se hace algo pronto y efectivo a niveles nacionales e internacionales para resolver el problema, estamos en un punto sin retorno hacia la autodestrucción según el renombrado geofisiólogo James Lovelock en “La Venganza de la Tierra” (2007). El asunto de los cambios climáticos es tan serio que a principios de este año 11 generales retirados de las fuerzas armadas de Estados Unidos (el principal emisor de dióxidos de carbono en el mundo) le recomendaron al presidente Bush que recorte las emisiones de gases de invernaderos porque entre 30 ó 40 años podrían aumentar alarmantemente las hambrunas, las guerras por el agua, los refugiados, emigrantes y la elevación de los mares. Lo cual podría aumentar también el terrorismo señalaron los generales.

Unos pocos gobiernos y grandes compañias estan comenzando a dar pasos positivos para disminir el calentamiento global, pero falta muchísimo por hacer. En lo personal es necesario que todos tomemos conciencia de la importancia de cuidar nuestra casa la Tierra y los efectos del calentamiento global, debemos apoyar organizaciones que defienden el medioambiente, presionar a los políticos para que sometan proyectos de ley como por ejemplo que se diseñen cursos sobre el calentamiento global en las escuelas. Denunciar publicamente los abusos contra la naturaleza y el medioambiente, educarnos y educar nuestros hijos para que tengan devosión y respeto por la naturaleza y los animales como nos enseñaron nuestros ancentros, tenemos que disminuir rápidamente las emisiones de dióxido de carbono. Abogar porque en las iglesias se predique sobre la grandeza y belleza de la Tierra y naturaleza creadas por Dios. Quizas muchos de nosotros no veremos los efectos desvastadores asociados al calentamiento global, pero sí tal vez nuestras hijas, nietos, sobrinos, hermanitas y futuras generaciones si no hacemos algo muy pronto para evitar la rebeldía de la Tierra que parece ya haber comenzado.