DOCUMENTOSUruguay: "Tu Tienes Que Gobernar Nelida" Por: CX 36 RADIO CENTENARIO
(Fecha publicación:11/01/2006) Argenpress
Hace un tiempo atrás nos enteramos que dos buenos amigos de toda la vida se encontraban enfrentados y distanciados entre sí. Compañeros de un mismo pueblo, de un mismo cuadro de fútbol y hasta de la misma cuadra. Uno de ellos integrante de una organización ecologista que había denunciado a la empresa Dirox por su contaminación al Medio Ambiente. El otro directivo del equipo que había recibido una donación de la transnacional italiana. Las empresas transnacionales sucias y contaminantes, agresoras del medio ambiente, como Dirox o las plantas de celulosa además dividen a los hermanos, enfrentan a los amigos.
El gobierno progresista de la noche a la mañana ha cambiado muchas de las opiniones que sostuvo históricamente. Como en las carreras de ciclismo, los dirigentes progresistas van turnándose al frente del pelotón, “tirando” en orden después de cada voltereta. Nuevos aliados del gobierno progresista llaman mucho la atención, aunque mucho menos que los viejos amigos que comienzan a tomar distancia de los planteos actuales del pragmatismo progresista.
Un peluquero argentino desde Punta del Este se declara totalmente a favor de la instalación de las plantas de celulosa en Río Negro y ataca al Intendente de Entre Ríos por permitir los cortes de ruta en aquella provincia.
El Banco Mundial organismo que financia la construcción de estas plantas, a través de una consultora da a conocer un informe favorable a las transnacionales.
Los grandes medios de prensa uruguayos, tanto los de la oposición como los oficialistas, están a favor de las empresas transnacionales.
Un grupo de legisladores del Movimiento de Participación Popular pasaron a “tirar” al frente con la ayuda de la prensa oficialista utilizando la vieja táctica de que “no hay mejor defensa que un buen ataque”.
El senador Saravia denuncia que “Argentina está armando otro Chernobyl”, haciendo referencia a la tragedia ocurrida en una central nuclear de la ex Unión Soviética que se incendió en la década de los años ochenta.
El senador del MPP se refiere a al proyecto de Atucha II que el gobierno de Kirchner, supuestamente, buscaría terminar en los próximos años.
Reaparece el “chauvinismo” apoyado por blancos y colorados que cierran filas con la posición actual del gobierno progresista. Editorialistas y analistas de periódicos y Televisión han comenzado a utilizar -a falta de razones- los viejos instrumentos emotivos e irracionales de los sentimientos. El patriotismo, el nacionalismo, la confrontación contra el gobierno porteño.
Una herramienta peligrosa, irracional y por sobre todo de difícil evaluación y consecuencias futuras sobre dos pueblos hermanos.
Aquellos representantes nacionales y gobernantes que se suben tan fácilmente al carro de los publicistas, que siempre han demostrado muy pocos escrúpulos y cuya trayectoria está plagada de conflictos permanentes de la más diversa índole, deberían pensarlo con un poco más de responsabilidad.
Los legisladores y gobernantes progresistas tienen la particularidad de haber sostenido durante toda la vida una cosa, y una vez en el poder decir y hacer todo lo contrario.
Se trata de criterios y conceptos sostenidos toda la vida contrarios al FMI, el Banco Mundial y el BID.
En relación al papel y la participación del Estado y contrarios a las privatizaciones y la desmonopolización de los servicios públicos.
A favor de un país productivo y su rechazo a la destrucción del medio ambiente y los monocultivos.
En contra de la guerra, las intervenciones en los asuntos internos de otros países y por la autodeterminación de los pueblos.
Los dirigentes progresistas estuvieron siempre a favor de despenalizar el aborto.
Prometieron encontrar la verdad y hacer justicia en relación a la violación de los derechos humanos durante la dictadura.
La vertiente progresista tiene sus raíces en un gobierno popular, antiimperialista, antioligárquico.
En cambio hoy el gobierno progresista sigue enviando soldados uruguayos para ocupar Haití.
Firma un Tratado de Inversiones con los Estados Unidos y se propone hacer otro tanto con un nuevo Tratado de Libre Comercio.
Firma una nueva Carta Intención con el FMI y cumple en un cien por ciento con las exigencias económicas y sociales de este organismo imperialista.
Mantiene una parte del agua potable de Maldonado en manos de la transnacional de Aguas de Suez desconociendo el pronunciamiento popular y la Constitución de la República.
Se propone quitarle el monopolio a ANCAP pasando por encima la resolución de la democracia directa del plebiscito.
El Poder Ejecutivo exige a los Legisladores votar a favor de la participación de la Armada Uruguaya en las maniobras Unitas.
Ahora el gobierno progresista del Doctor Tabaré Vázquez continúa entregando el país entero a las grandes empresas transnacionales de la forestación y la fabricación de pasta de celulosa.
Y nuevamente los dirigentes y legisladores que antes estaban en contra de este proceso, argumentan a favor de las empresas transnacionales de la celulosa y forestales.
Hemos escuchado en muchas oportunidades a Astori, Arana y a Igorra hablando a favor de las inversiones extranjeras, los tratados, las plantas de celulosa, los organismos internacionales.
Ahora se suman Mujica, Agazzi, y Saravia y así se seguirán sumando como de costumbre a “tirar” del pelotón cada cual a su turno, en cada voltereta progresista.
Y lo que al comienzo pareciera imposible e impensable al corto plazo se termina imponiendo. Haciendo creer a la gente que se realizaron modificaciones, que hubieron cambios importantes, que se establecerán los controles necesarios, que las leyes protegerán al país, o que el tema tiene menos importancia que el que se supone y se le está dando públicamente.
Existen sin embargo ciertos requisitos que debe llenar una crítica seria y escrupulosa si los que la emprenden no quieren encerrarse en el marco estrecho de la pedantería y la erudición libresca y sin alma.
Como lo que hacen a diario Astori, Arana o Igorra por la televisión.
Ellos pierden de vista el estrecho e indisoluble vínculo que una la razón teórica y la razón práctica. No la razón práctica individual, sino respecto a la población que, como en el caso de la celulosa, está colocada en una situación especial.
La verdad siempre estará por encima de todo y si Astori, Mujica, Arana, y los otros dirigentes progresistas llegaron a la convicción sincera de que sus viejas opiniones eran erróneas, su deber inmediato es expresar esa convicción con toda claridad.
Pero estas personas carecen de rectitud y precisión, encaran superficialmente una serie de problemas infinidad de cuestiones y en ninguna de ellas exponen de manera precisa y completa sus nuevas opiniones.
Pero ¿cuál es la particularidad de estos razonamientos actuales de los dirigentes progresistas?
Una situación muy extraña los partidarios de Mujica, Astori, y Arana interpretan los nuevos argumentos de diversas maneras y en cambio, todos los adversarios de antes y el Fondo Monetario Internacional del mismo modo.
Todos ellos ahora dicen que la oposición no los entiende y que ellos tienen derecho a cambiar y a utilizar los mismos argumentos y razones que antes les pertenecía a sus adversarios.
Uruguay tuvo su ley forestal de 1987 y a partir de entonces se instalaba en el Uruguay la producción de madera, la primera de una agroindustria cuyo principal lugar de decisión está en el exterior.
Según informaba hace un tiempo atrás un medio de propaganda del MPP, las decisiones empresariales radican en los centros financieros.
Varios grupos económicos en el negocio de la madera se instalaron en el Uruguay, en un primer momento el más grande de todos correspondía a la Forestal Oriental, propiedad de la Compañía Shell y de una papelera Finlandesa, Kymmené. Comenzaron forestando en Río Negro y Paysandú, con eucaliptos.
Otra de las grandes es Euforest, filial de la Empresa Nacional de Celulosa de España (ENCE) que planta en sus propios campos y foresta además en campos de otros empresarios.
La Euskar, también es de capitales españoles unida a capitales nacionales, mediante un consorcio donde participan Otegui Balerio y Dyoya. También han intervenido capitales chilenos, más de 25 mil hectáreas plantadas por las empresas papeleras y 8 mil hectáreas de las Cajas Bancaria y Notarial.
Las empresas necesitan cada vez más pasta de celulosa que se utiliza para la fabricación de papel especialmente de computadoras que en estos momentos es el que tiene mayor demanda en el mundo.
Los grandes capitales del mundo aprovecharon las condiciones naturales de nuestro país, de excelentes tierras y grandes ríos y afluentes. Pero además los subsidios, los financiamientos y las condiciones políticas en general para instalarse en el Uruguay a crear una enorme reserva forestal.
La tierra sigue siendo muy barata en nuestro país comparada a los precios de la región y ni que hablar del mundo.
La enorme reserva de madera en Uruguay también juega un papel importante a nivel internacional como herramienta de presión con respecto a los precios.
Según las variables mundiales cada empresa instalada en el Uruguay tomará la decisión que más le favorezca, cortar o especular.
¿Cómo no va a apoyar la instalación de las plantas de celulosa en el país el Banco Mundial si el auge de la forestación en el presente responde al fenómeno mundial al desarrollo del mercado internacional de productos forestales, a los intereses de las industrias del norte desarrollado que cada vez emplean volúmenes más importantes de materias primas madereras. Y esto lleva a una política forestal con grandes subsidios y créditos blandos que propician los organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y el FMI.
Esta política financiera era lo que necesitaban las grandes empresas transnacionales que están realizando plantaciones extensivas de eucaliptos y pinos en el Uruguay y otros países de la región.
Han agotado los bosque naturales y la demanda de papel aumenta para la informática a escala mundial y esto ha incrementado el precio de los productos forestales. Por lo que, el principal objetivo de estas inversiones, es lograr materia prima barata y abundante para la industria del papel en sus países desarrollados.
Hace un tiempo escuchamos al ministro de Relaciones Exteriores Reinaldo Gargano argumentando a favor de las plantas de celulosa en Fray Bentos con argumentos muy simples de dudosa credibilidad para un viejo dirigente marxista.
¿Qué prefieren los uruguayos cuando van de compras, que les den una bolsa contaminante de nylon o una de papel degradable?
Muy pocos despistados pueden suponer que las plantas de celulosa son para fabricar papel en el Uruguay y menos bolsitas de supermercado.
Otro legislador se preguntaba en el mismo tono ¿qué utilizarían entonces los uruguayos para higienizarse cuando acuden al baño?
Cuando se cambia de opinión se está en todo el derecho de hacerlo pero tratándose de dirigentes políticos progresistas se espera por lo menos argumentos serios y profundos y no razones enciclopédicas.
¿Por qué no se le dice a los pobres uruguayos, como Nélida, que no le gusta oír la voz crítica de la radio, la verdad sobre las plantas de celulosa?
La pobre Nélida cambia para ver la televisión que transmite las cosas buenas y lindas de Punta del Este.
Y prefiere ignorar por ejemplo que el Estado Uruguayo por la ley forestal con fondos provenientes del Banco Mundial invirtió millones de dólares, que se cargan a la deuda externa que Nélida está pagando aunque no se lo digan, aunque no se entere, y sin que le corresponda una sola hectárea, ni siquiera un solo eucalipto.
Pero no solamente fue esa inversión, también estuvo la del Banco República como préstamos a los empresarios que se pagarán después del año once, y tercero lo que invirtió el país, que también es Nélida. Por exoneración impositiva, que ella no disfruta.
En definitiva los préstamos otorgados por el Banco Mundial los pagaremos todos y lo invertido en exoneración impositiva golpea a las Intendencias que dejaron de recibir la contribución inmobiliaria de las tierras dedicadas a la forestación.
A su vez el estado de percibir por doce años el impuesto a la renta agropecuaria el impuesto al patrimonio, el IMAGRO, y los impuestos de importación de equipos e insumos forestales.
Nélida desconoce -al igual que desconocíamos nosotros- que cuando un empresario decide plantar eucaliptos y tiene tierra para hacerlo se dirige al Banco República, el que le brinda un crédito por el cien por ciento de los gastos de plantación. Los créditos son a doce y 15 años, con 10 años de gracia para intereses y amortizaciones.
Al año, ese mismo empresario, llama a la dirección forestal para que verifique la plantación y así obtiene la devolución del 50 por ciento de lo invertido aproximadamente 160 dólares por hectárea.
De ese 50 por ciento, la mitad se lo lleva el Banco República y la otra mitad el empresario, que la puede poner a interés. El empresario comenzará a pagar el préstamo del Banco luego de cortar el monte, mientras tanto no pagará ningún impuesto y tendrá el dinero generando interés en el banco.
En definitiva, el negocio que defienden sin saberlo muchos uruguayos honestos es más un negocio financiero que productivo, para lo cual solo se requiere de la tierra, mientras la inversión efectiva la realiza la sociedad que está compuesta por muchas personas como Nélida.
Fraternalmente y con el mayor de los respetos le acercamos a Nélida, comunista y frenteamplista, un poema de un hombre conocido y apreciado por los comunistas del mundo.
¡Estudia lo elemental! Para aquellos
cuya hora llegó.
¡Nunca es demasiado tarde!
¡Estudia el ABC! No basta, pero
estúdialo! No te canses!
¡Empieza! ¡Es preciso saberlo todo!
¡Tú tienes que gobernar!
¡Estudia, hombre del asilo!
¡Estudia, hombre en la cárcel!
¡Estudia, mujer en la cocina!
Anciano ¡Estudia!
¡Tú tienes que gobernar!
No tienes casa, ¡Ve a la escuela!
Muerto de frío, ¡Adquiere conocimiento!
Tienes hambre, empuña un libro: !Es un arma!
¡Tú tienes que gobernar!
¡No tengas vergüenza de preguntar, compañero!
¡No te dejes convencer!
¡Compruébalo tu mismo!
El que no sabe por cuenta propia
No sabe
Controla tu cuenta,
Que la tienes que pagar
Apunta tu dedo sobre cada tema
Y pregunta ¿Qué es esto?
¡Tú tienes que gobernar!
¡Tú tienes que gobernar Nélida!
Bertolt Brecht
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