MUNDIALPaz con justicia en ColombiaRoberto Torres Collazo
Editor del Colectivo de Latinas Y Latinos Por El Cambio Social, EEUU.
¡Nos alegramos y apoyamos los próximos diálogos de paz entre la guerrilla la FARC y el gobierno colombiano, que comenzarán formalmente a mediados de Octubre!. Los pesimistas dicen que ya se ha intentado en décadas pasadas y las conversaciones han fracasado. Los escépticos comentan que hay que ir con cautela, prudencia... Los ultraderechistas como el ex-presidente de Colombia Alvaro Uribe y la jefa de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes en EEUU, Ileana Ros, han condenado las conversaciones, mientras el Presidente Barack Obama, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, la mayoría de las naciones Latinoamericanas y del Caribe, la Iglesia Católica y Protestante han recibido con beneplácito el anuncio oficial el pasado 27 de Agosto.
Hace dos años se venían reuniendo en Cuba representantes del gobierno colombiano y de la FARC, con 65 encuentros exploratorios. De estos encuentros sabían los colombianos, según informes de los medios locales la Semana, El Tiempo y El Espectador. Sin falsos optimismos, creemos que ha diferencia de otras pasadas negociaciones, la paz a corto plazo y la justicia a largo plazo actualmente están más cerca que antes.
A diferencia de otras negociaciones, las conversaciones se realizarán fuera de Colombia, hay cuatro naciones garantes del proceso: Chile, Cuba , Venezuela y Noruega. Birmania, Chipre, Filipinas, Indonesia, Sudán, Haití y Sri Lanka, son lugares donde Noruega se ha implicado exitosamente para detener la violencia o propiciar procesos políticos. Los tiempos han cambiado, por ejemplo la presencia actual de gobiernos izquierdistas elegidos democraticamente mediante elecciones libres en la región, como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay y los de centro-izquierda Brasil y Argentina pueden contribuir a refortalecer el mensaje para la guerrilla de que las elecciones hoy son viables para llegar al poder. Se tocará por primera vez el tema de la tierra, no hay despejes de territorios, no hay cese de operaciones militares, el gobierno se ha dado cuenta que no puede atraves de las armas derrotar la FARC, el pueblo, los policías y soldados estan más convencidos de que esta guerra que lleva medio siglo, sólo ha traido más muertes, más destrucción, luto, lágrimas, sufrimientos, desplazados y más pobreza. El pueblo colombiano está hastiado y cansado de tanta violencia social, estatal, ecocidios, paramilitarismo y guerrillera.
La paz no se pueden dar a cualquier precio. Porque el origen de esta guerra obedeció a que no había paz ni justicia económica y política para los pobres. Estos diálogos tienen que conducir a mediano o largo plazo a que haya una democracia participativa de los pobres en las esferas de poder sin intervención del imperialismo. La oligarquía empresarial tendrá que ceder a sus privilegios, los paramilitares deberán ceder completamente a la violencia y la guerrilla abandonar la autofinanciación del narcotráfico. Nada fácil, pero no imposible. Tiene que ser una paz con justicia. De lo contrario será una paz frágil y aparente. La guerra es el camino de la autodestrucción entre los mismos hijos de Colombia y la paz con justicia por el contrario es el camino de la reconciliación. Sabemos que la paz con justicia no se dará de la noche a la mañana, aunque los resultados de los diálogos sean objetivamente positivos. En este proceso se requiere la participación de todos los colombianos. Dice el dicho popular que lo último que muere es la fe, añadimos, la esperanza es lo último que muere también.
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