NACIONALBarak Obama es un candidato de Wall Street Claridad en el Mundo
Rafael Ruiz Garofalo / Especial para Claridad, Puerto Rico
9 de Abril de 2008
Obama, Obama, Obama. Los llamados estadounidenses “políticamente correctos” respaldan al senador Barack Obama para la candidatura Demócrata a la presidencia; los liberales también. Hasta la revista The Nation se monta en el carruaje pro Obama. Se le declara iniciador de un nuevo movimiento progresista en Estados Unidos. Obama, Obama, Obama.
Pero, ¿quién es Barak Obama? Supuestamente es muy liberal, hasta progresista, innovador, unificador, otra versión de John F. Kennedy, excepto que es de otro color, dicen que es Martin Luther King (yo preferiría que fuese de Malcolm X), populista, candidato del “hope” y del “change”, etc. etc. ¿Será realidad todo esto?
Pero existen otros aspectos a considerar. Entre muchísimos de los Demócratas, que son la mitad del electorado que vota, pues la otra mitad no vota, existe una ilusión de que Obama representa algo de populismo. Pero las grandes corporaciones, compañías, casas de corretaje, bancos, grandes firmas de abogados, y las grandes casas cabilderas, saben muy bien dónde colocar su dinero para obtener influencia política.
En la edición reciente del 2 de abril, el diario The Wall Street Journal señala que de las siete principales industrias que tradicionalmente contribuyen al Partido Republicano, solo una, la de transportación, ha contribuido más a la campaña del Republicano John McCain. Las otras seis han contribuido más a la candidatura de Hillary Clinton y de Barack Obama. De estas siete industrias, McCain ha recibido $13.1 millones, Obama $22.5 y Clinton $27.1. ¿Si alguno de los dos candidatos Demócratas representara al partido del pueblo, estarían las grandes corporaciones invirtiendo tantos millones en su posible elección?
La publicación Counterpunch, en sus ediciones del 1-16 y 16-29 de febrero de este año, publica dos muy bien investigados artículos de Pam Martens, quien trabajó en Wall Street durante 21 años. Esta columna toma copiosamente sus datos.
Siete de los 14 mayores contribuyentes a la campana de Obama son funcionarios y empleados de firmas de Wall Street, las cuales han sido implicadas por abusar del público y, en participar, han sido señaladas por hacer transacciones fraudulentas de hipotecas. Estos fraudes han dejado a miles de personas sin hogar. Estas siete firmas o casas de corretaje son (en el orden del dinero aportado a la campaña de Obama): Goldman Sachs, UBS AG, Lehman Brothers, JP Morgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley y Credit Suisse. También existe el Citadel Investment Group.
Hay otras cinco grandes firmas de abogados corporativos que están registradas oficialmente como cabilderos y que contribuyen con Obama. También existe otra firma de abogados corporativos que ya no está registrada como firma cabildera, pero que hace trabajo legal para Wall Street. Hasta el 1 de febrero de 2008, el total de contribuciones por parte de estas catorce firmas es de $2,872, 128. Y Obama ha insistido y repetido que él no recibe dinero de parte de cabilderos.
En un discurso en Greenville, Carolina del Sur, el 22 de enero de 2008, Obama dijo: “Los cabilderos de Wáshington no han financiado mi campaña, no dirigirán mi Casa Blanca ni tampoco apabullarán las voces de los trabajadores americanos cuando yo sea presidente”.
En un mensaje electrónico del 25 de junio de 2007, según publicado en el Boston Globe, Obama escribió: “Corrientemente, los candidatos pasan una semana como ésta, ahí próximo al 30 de junio, que es la fecha límite para los informes financieros de campaña, en el teléfono, día y noche, suplicándole a los cabilderos de Wáshington y a los grupos de interés especiales, los PACs, que firmen grandes cheques. Yo no. Nuestra campaña ha rechazado el dinero por parte de aquellos que desean obtener influencia política y se ha negado ha aceptar dinero de cabilderos oficiales en Wáshington y de comités de acción política (PACs)”.
Pero el sitio electrónico del “Center for Responsive Politics” indica que estas cinco grandes casas cabilderas han contribuido a la campaña de Obama: Sidley Austin LLP; Skadden, Arps, et.al: Jenner & Block; Kirkland & Ellis: Wilmerhale, aka Wilmer Cutler Pickering.
Martens se pregunta en su escrito si es que Obama no conoce que muy a menudo grandes firmas legales están también registradas como cabilderos o que quiere mantener la ficción de que el dinero recibido es por parte de individuos que trabajan en dichas firmas y no de éstas. Pero muchos de los individuos que aportan son socios-dueños de dichas firmas y se benefician de su cabildeo.
El 20 de diciembre de 2007, la publicación The Hill informó que tres personas empleadas por la campaña pro Obama eran cabilderos oficiales y registrados en favor de docenas de corporaciones. Las oficinas de Obama indicaron que desde que se unieron a la campaña pro Obama, dichos cabilderos habían cesado de tal negocio. Pero Bob Bauer, asesor legal para la campaña Obama, es un abogado con Perkins Cole, una firma legal registrada como cabildera.
El 10 de febrero de 2005 el senador Obama votó a favor del “Class Action Fairness Act”, medida que protegía a las corporaciones de demandas legales presentadas por grandes grupos de consumidores. La legislación limita los derechos laborales, de los consumidores, derechos civiles, entre otros. Los senadores Biden, Boxer, Byrd, Clinton, Corzine, Durban, Feingold, Kerry, Leahy, Reid y 18 Demócratas votaron en contra. El Senado aprobó la medida 72 contra 26 y días más tarde George W. Bush la firmó. El 14 de febrero el senador Obama había expresado en discurso ante el Senado su completo apoyo a dicha medida, a pesar de que la propuesta estaba dirigida contra los intereses del pueblo, principalmente contra los indefensos. Catorce procuradores generales estatales, incluyendo la Procuradora General de Illinois, estado del cual Obama fue senador, se expresaron en contra. Antes de su aprobación, el Senado recibió un pedido urgente por parte de 40 organizaciones pro derechos civiles, incluyendo la principal organización pro derechos de los negros en Estados Unidos, la NAACP (“National Asociation for The Advancement of Colored People”) y el “American Civil Liberties Union”, entre otras. Obama estuvo en contra de estas y favoreció la medida.
Una de las firmas cabilderas que más insistió en la aprobación de la resolución fue la firma legal de Mayer-Brown, contratada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. De acuerdo con el Center for Reponsive Politics, hasta el 31 de diciembre del 2007, socios y empleados de Mayer Brown habían donado $92,817 a la campaña de Obama.
Si usted favorece a Obama, que no sea porque es progresista o populista.
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