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NACIONAL

EEUU: El otro Martin Luther King

Roberto Torres Collazo
16 de Enero de 2016
Editor Asociado del Colectivo Latinos Por El Cambio, EEUU

El 18 de Enero en EEUU, es día feriado nacional, día del Dr. Martin L. King, Jr, (1929-1968). Pastor Bautista y Premio Nobel de la Paz. Brillante, elocuente orador y autor de su famoso discurso: “Yo Tengo un Sueño” (I Have a Dream). Alrededor de los días de su natalicio se escuchan mensajes, discursos, las escuelas celebran sus aportes y los medios de comunicación destacan su legado. Suele presentarsele como un gran luchador en contra de la segregación racial, promotor del Acta de los Derechos Civiles 1964 y de el Acta del Derecho al Voto en 1965. Su método de lucha fué la no-violencia. Todo eso es cierto, pero casi nunca se dice que King no sólo lucho por la igualdad racial afroamericana si no también por la igualdad económica y en contra del militarismo. Veamos el otro Martin L. King del que muy raramente se habla.

En medio de la persecución y represión contra su persona y su movimiento llegó declarar que EEUU necesita una “Radical redistribución de la riqueza y del poder político”. Durante toda su vida fué un fuerte aliado de las Uniones (Síndicatos), por cierto, cuando fué asesinado en Abril de 1968 en Memphis fué a apoyar una huelga de los trabajadores de saneamiento. Se dió cuenta que no basta cambiar las leyes, que la gente logre trabajos y viviendas costeables, sino que había que luchar por un sistema económico justo. De aquí que anotara: “Es muy bueno que nos podamos sentar a comer juntos blancos y negros en un mismo restaurante” y añadió: “Si tu puedes pagar una hamburguesa”. Para King no era suficiente la igualdad ante las leyes, también es vital que haya trabajos con salarios y beneficios justos. Es deseable aclarar que King no sólo luchó por los derechos de los negros, lucho además por la intregración de blancos y negros ya que la mayoría eran pobres.

Unió su lucha y su movimiento de los derechos civiles contra el racismo abogando también por la justicia económica y denunciando el imperialismo y el militarismo, reflejado en sus fuertes críticas contra la guerra de Vietnam. A comienzos del 1968 le dijo al periodista David Halberstam: “Por años trabajé la idea de reformar las instituciones de la sociedad, un cambio aquí u otro cambio allá. Ahora mismo me siento un poco diferente. Pienso que tu tienes que reconstruir la sociedad entera, hacer una revolución de valores”. Una cita que probablemente nunca vas a ver en la pared de una institución estadounidense es: “Mi gobierno es el mayor proveedor de violencia en el mundo de hoy”. ¡Y 48 años despues de su asesinato todavía es el mayor vendedor de armas y tecnología militar!. En su último libro “Where Do We Go from Here: Chaos or Community? (1967) [ ¿Hacia Dónde Vamos Desde Aquí: Caos o Comunidad? ] donde apunta: “Las bombas en Vietnam explotan aquí, esas bombas destruyen las esperanzas y las posibilidades para un EEUU decente”. No estuvo de acuerdo que se gastara miles de millones de dólares en la guerra mientras se recortan los programas sociales: “Una nación que año a año continua gastando más dinero en el presupuesto militar que en programas sociales, se acerca a la muerte espiritual”.

Si el otro Martin L. King, que ocultan los poderosos por conveniencia, estuviera presente hoy con nosotros no dudamos que acompañaría a los inmigrantes indocumentados pidiendo que se detengan las redadas y se les otorgue amnistía, caminaría con el movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas del negros sí importa) condenando el resurgimiento racista y los tan frecuentes asesinatos de la policía a afroamericanos desarmados. Criticaría los enemigos del pueblo de EEUU: Wall Street y la banca. Denunciaría la máquina de guerra estadounidense y la islamofobia. El mejor honor que le podemos rendir a King es continuar la lucha por la dignidad humana, los derechos de los trabajadores, la igualdad racial y la paz con justicia social.