Barnie Sanders: su denominación presidencial demócrata en EEUU

Roberto Torres Collazo
20 de Septiembre de 2015
Editor asociado del colectivo Cambio Social, EEUU.

En relación a la campaña por la nominación presidencial demócrata, recientes encuestas muestran al senador de Vermont Barnie Sanders entre el primer y segundo lugar en intensión de voto. Primero frente a la demócrata Hillary Clinton en New Hampshire y Iowa, dos estados claves para las primarias y la designación del candidato a la elecciones presidenciales en el 2016.

YouGov/CBS muestra que Sanders cuenta con un 52% de apoyo entre los votantes demócratas de las elecciones primarias de New Hampshire, superando de esta manera a Clinton por 22 puntos porcentauales. En Iowa Sanders supera a Clinton por 10 puntos, con un 43% de apoyo. El The New York Times le otorga un segundo lugar a Sanders 27% frente a un 47% para Clinton.

Su programa político es muy atrayente especialmente entre los jóvenes y ha organizado manifestaciones multitudinarias de sus simpatizantes. Es un fuerte crítico de las corporaciones, Wall Street y los bancos. Rechaza que las corporaciones donen dinero a las campañas políticas, él mismo no acepta donaciones de corporaciones. Promete educación superior gratuita, lucha contra el cambio climático, reforma migratoria y del sistema judicial, vacaciones y bajas de maternidad pagadas y el fin de las rebajas fiscales a los ricos.

Todo eso, de cumplirlo, en principio es muy loable. A la vez es necesario saber que Sanders no es un “socialista” como erroneamente le ha llamado la BBC de Londres. El es un estadounidense nacionalista, ser nacionalista es incompatibles con el socialismo. Aunque no somos expertos en el tema del socialismo, lo básico del socialismo en la linea de Guevara, Marx y Engels enseña que el socialismo es por su naturaleza internacionalista.

Sanders no es socialista porque apoya el genocidio del gobierno israelí contra el pueblo palestino y no es antimilitarista. Esto último es una grave contradicción porque el complejo militar industrial es una corporación multimillonaria mundial que está al servicio de la muerte, la destrucción y sufrimientos. Apoya aveces las guerras imperialistas como cuando votó a favor de la desastroza invación en Afganistan mientras a la vez se opuso a la invasión y ocupación salvaje de Irak. No tiene la más mínima intensión de eliminar el uso de aviones no tripulados que ha matado a miles de inocentes ni abandonar las guerras.

Por años ha atacado a los trabajadores inmigrantes acusandoles de tomar los trabajos de los estadounidenses, se ha opuesto a múltiples proyectos de los programas de visas mientras respalda la política emigratoria de Obama. No es hasta muy recientemente que está apoyando una reforma migratoria. Y no tiene en su plataforma el dominio colonial de EEUU sobre Puerto Rico.

Sus ataques a la economía de mercado es de caracter muy parcial, es decir, nunca postula que la sociedad sea la verdadera dueña de las industrias y el sistema financiero. Sanders no quiere cambiar el sistema capitalista, sino reformarlo. No se da cuenta o no quiere darse cuenta que cuando un auto falla tanto, no hay que arreglarlo, hay que cambiarlo. No quiere aceptar que las desigualdes sociales son esenciales al sistema capitalista.

A nuestro juicio, la resolución para la próximas elecciones presidenciales, debería ser que la clase trabajadora y toda la sociedad no vote por Demócratas o Republicanos, si no que organize su propio partido socialista democrático o se solidarize con sus principios para buscar sus propias soluciones a la crisis. Soluciones que no pueden ser parches ni que obedescan a los intereses capitalistas nacionales e internacionales. Como dijo recientemente en Rio de Janeiro el ex-presidente uruguayo José “Pepe” Mujica: “Si un partido no sirve, hay que fundar otro”.