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MUNDIAL

El dolor del cóndor y la Pachamama

Por Claudia Villalobos
(Cuento)

En el comienzo de la Creación, el ave Cóndor volaba por el cielo, acariciaba las nubes con sus grandes alas. Disfrutaba al máximo el aire tan puro que jugaba con el, era suyo, podía tocarlo al volar, el aire le ayudaba a acercarse a Dios. Le permitía ver todo, ser sabio, grande, real. Desde los alto admiraba y disfrutaba la alfombra verde, veía a la Pachamama, la Madre Tierra, llena de belleza, protegida y cuidada, la respetaban porque era suya, era de cada uno.

La Creación era perfecta, aún los hijos del Cóndor eran perfección, cuidaban también y consentían a la Pachamama, lo hacían con amor, con tanta dedicación que la Pachamama agradecida los llenaba de regalos, de flores de diversos colores, aromas extraños, les daba frutos de todos los sabores, jugosos, exquisitos, como sólo una madre lo saber hacer.

Todo cambió cuando llegaron los extraños que nunca debieron llegar, con su afán de poseer y controlar, excluir y su manera de mirar el mundo como si fuera una mercancia, un botín para repartirse; manipulando el mensaje del Dios colgado del madero, prostituyendo su anuncio, quemando y arrasando en su nombre. Aniquilamiento de de muchas tribus, agresión y desprecio se hicieron historia.

La Pachamama lloraba, lloraba al ver lo que sucedía, los extraños rasgaban su piel, la hurgaban, la irrespetaban, fueron acabando con su belleza; aún sus hijos le hacían daño, sin darse cuenta que se destruían a si mismos, estaban inmersos en su inhumanidad. Invadieron el espacio del Cóndor, lo privaron de su libertad, fueron tan débiles, que nunca más pudieron salir de esa experiencia que los marcó para siempre.

Es por eso que hoy son sólo imitadores de cualquier extraño, están sin espíritu aún sabiendo muy en el fondo que deben de actuar, quedaron sordos al llamado del Cóndor que desde su cauteverio permanece en sus mentes de libertad, quedaron ciegos a la belleza de la Pachamama, hoy lo menos que importa es mantenerla viva, por eso la destruyen, pero ella saca fuerzas de sus extrañas por amor a sus hijos, sus restos parecen no ser suficientes para hacerlos cambiar.

La Pachamama aún tiene vida, todavía sus fuerza está en la conciencia de muchos, aún quedan restos de savia en su cuerpo, la voz del Cóndor dice: cuidémosla, es patrimonio nuestro, es vida que produce vida, es amor, es perfección, es nuestra alma. Madre Tierra ¡Liberación!.


Condensado por Roberto Torres Collazo
“¡Del Señor es la Tierra es la tierra y cuanto la llena!”
Salmo 24,1.