HOME | ACERCA | NACIONAL | LOCAL | MUNDIAL | DOCUMENTOS | CONTACTOS | ANTERIORES

MUNDIAL

Amnistía Internacional denuncia el "gatillo fácil" de Israel contra civiles palestinos

Palestina Libre
27 de Febrero de 2014

La ONG ha constatado que sólo el año pasado 22 civiles murieron en Cisjordania y ninguno de ellos, señala, "parecía representar una amenaza directa"

Amnistía Internacional ha publicado este jueves un duro informe en el que denuncia el uso excesivo de la violencia por parte del Ejército de Israel y de sus Fuerzas de Seguridad nacional contra la población civil palestina. La ONG ha constatado que sólo el año pasado 22 civiles murieron en Cisjordania y ninguno de ellos, señala, "parecía representar una amenaza directa e inmediata" para la vida de los uniformados israelíes. De ahí que hable de una práctica de "gatillo fácil", de "cruel falta de consideración hacia la vida humana", de fuerza "innecesaria, arbitraria y brutal" que se aplica "casi con total impunidad".

Amnistía Internacional ha publicado este jueves un duro informe en el que denuncia el uso excesivo de la violencia por parte del Ejército de Israel y de sus Fuerzas de Seguridad nacional contra la población civil palestina- (© Tamimi Press)

Las muertes de civiles se han convertido en una "terrible constante", sostiene Amnistía. No se trata de casos aislados o accidentes, sino que su "reiteración", su "frecuencia" y su "persistencia" demuestran que detrás hay una política, ordenada por las autoridades de Israel, por la que una protesta, una concentración o un altercado con colonos puede acabar con "homicidios ilegítimos y lesiones injustificadas" sin que se genere un escándalo en el Ejército o la Policía, sin que haya consecuencias tangibles, más allá de las muertes y las heridas en el lado palestino. Estos "asesinatos deliberados", avisan los redactores del informe, pueden constituir crímenes de guerra.

El Ejército israelí, en respuesta, ha emitido un comunicado en el que sostiene que Amnistía "ignora por completo el aumento sustancial de la violencia palestina iniciada en el último año" y muestra "una falta total de comprensión en cuanto a los retos operativos a los que se enfrenta el Ejército israelí". En 2013, afirma, se produjo un "fuerte incremento" de lanzamientos de piedras, por los que 132 israelíes resultaron heridos; "más de 5.000 de estos incidentes tuvieron lugar en las carreteras densamente transitadas", denuncia.

De los 22 muertos palestinos en 2013, eje del estudio de Amnistía, la mayoría son adultos veinteañeros pero cuatro al menos son menores de edad. 14 de ellos fallecieron cuando participaban en protestas contra la ocupación, la expansión de asentamientos o el muro, violaciones del derecho internacional reiteradamente condenadas por Naciones Unidas y que congregan, de forma pacífica, cada semana, a cientos de personas en localidades como Nabi Saleh, Bil?in o Kufr Qadum. La cifra de víctimas mortales del pasado año es "alarmante" porque es superior a la suma de los dos años previos, 2011 y 2012, y porque la inmensa mayoría fallecieron por munición real, que se supone que Israel no puede usar salvo cuando haya un claro riesgo para la seguridad de su personal.

En los últimos tres años han sido 41 los palestinos muertos en Cisjordania. 261 civiles más han sido heridos en este tiempo por munición real, entre ellos 67 menores, y otros 8.000 sufrieron lesiones por otros medios (balas de acero recubiertas de caucho y botes de gases lacrimógenos, sobre todo). "El impresionante número de heridos es un elocuente recordatorio del incesante peligro en el que viven a diario los palestinos residentes en Cisjordania", explica en la nota de prensa de AI su director del programa regional de Oriente Medio y Norte de África, Philip Luther. "Cada vez son mayores -insiste- el abuso y el derramamiento de sangre".

La realidad que describe el informe -titulado Gatillo fácil: El uso de la fuerza excesiva por Israel en Cisjordania- está corroborada por los informes semanales que emite la OCHA, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en los Territorios Palestinos. Por ejemplo, en su reporte más reciente, de la semana del 4 al 10 de febrero, se da cuenta de 42 civiles heridos en Cisjordania y se deja clara la "preocupación" del organismo internacional "por el uso creciente de munición real", una tendencia que, afirman sus técnicos, va "al alza" desde primeros de este año, con un incremento del 40% en las lesiones generadas por este tipo de balas, "a menudo" disparadas en respuesta al lanzamiento de piedras desde el otro lado. En lo que va de 2014 se han registrado dos muertos y 197 heridos en Cisjordania, un dato ligeramente mejor al de 2013. OCHA constata que los palestinos, además de la violencia policial y militar, tuvieron que hacer frente el año pasado a 399 episodios de agresiones por parte de colonos. Desde enero de 2011, estos ocupantes han herido a 480 palestinos (110 niños), sin que los uniformados hayan mediado, salvo excepciones, más que para ayudar a sus compatriotas.

Desde abril de 2011, Israel aprobó una nueva disposición que obliga a investigar cada muerte de civil que se produce en suelo palestino, un "paso adelante", como lo denomina Amnistía, que no es suficiente. Según el informe, en este tiempo la Policía Militar Criminal ha abierto expediente por 24 personas muertas en 20 incidentes, de los que sólo uno ha acabado en juicio y con condena de un soldado, tres han acabado sin condena, 11 siguen abiertos y cinco más aún están esperando sentencia. Desde que se inicia la investigación pasa más de un año, abunda Luther, sin que haya resultados concluyentes, lo que evidencia que "el sistema israelí es lamentablemente inadecuado". "No es independiente ni imparcial y carece por completo de transparencia", se duele.

Connie M. Varela, miembro de la ONG israelí Yesh Din, de visita en España para apoyar la publicación del estudio, explica que su entidad ha llevado 400 casos de violaciones y abusos de todo tipo contra palestinos y lo que han visto "es que el sistema vigente lo logra hacer investigaciones adecuadas". De 2000 a 2012 hubo 3.600 denuncias contra soldados o agentes y sólo el 3% cuajó en una acusación contra los autores, por lo que "no hay una impunidad total pero sí algo muy cercano". En los últimos 13 años han contabilizado hasta 5.000 muertes, de las que sólo 16 han pasado a ser acusaciones formales y apenas siete acabaron en condena. El problema, añade, es que ninguno de estos casos se tipifica como delito de crimen de guerra, por lo que acaba siendo cerrado con penas "disciplinarias" como los tres meses de prisión contra unos soldados que usaron a un niño de nueve años como escudo humano, para abrir un bolso sospechoso de portar explosivos. "Tenemos los más altos estándares de profesionalidad (...) Cuando existe alguna sospecha de incumplimiento o transgresión en términos de disciplina, las FDI revisan, investigan y toman las medidas consecuentes", replica el Ejército israelí.

En sus conclusiones, Amnistía reclama a Israel que "ordene" a sus fuerzas que se abstengan de usar medios letales, "salvo cuando sea estrictamente necesario para proteger la vida", y que les advierta de las consecuencias de superar las líneas rojas. Exige a la administración de Tel Aviv que realice "sin demora" investigaciones "exhaustivas e independientes" de cada caso de uso abusivo de la fuerza y, además, que "respete" el derecho de reunión pacífica de los palestinos. "Ya se ha derramado demasiada sangre", concluyen los expertos.

El informe incluye un importante catálogo de ejemplos que nutren esta estadística. Casos de gente que sólo pasaba por el sitio equivocado, niños atrapados en el revuelo de una protesta, manifestantes que escapaban de los soldados y, pese a su huida, acaban siendo tiroteados por la espalda. Es el caso de Samir Awad, de 16 años, un joven de Bodrus muerto en enero de 2013. Acudió a una protesta contra el muro -casi 800 kilómetros de hormigón y alambrada que rodea Cisjordania, declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia en 2004- que cruza su pueblo. La concentración tuvo lugar al lado de la escuela de Samir. Comenzaron los disparos. Tres de ellos alcanzaron al adolescente, uno en la nuca, otro en un hombro y otro en la pierna. Su amigo Malek Murrar ha explicado a Amnistía Internacional que el chaval recibió el primer tiro en la pierna, cuando ya estaba huyendo, y pese a que ya estaba abatido y no era una "amenaza", recibió dos disparos más, mortales. Por eso la ONG habla de "ejecución extrajudicial" o "asesinato deliberado". Samir no iba armado y posiblemente lanzó piedras a los soldados, pero las piedras, dice Amnistía, "son un pequeño o nulo riesgo" para un Ejército bien pertrechado. Habitualmente, los portavoces militares recuerdan el daño que pueden hacer lanzamientos de este tipo e insisten en el uso por parte de manifestantes de bombas incendiarias que ponen en riesgo la vida de sus efectivos. En la nota de hoy afirman que el año pasado se produjeron 66 ataques "terroristas", con disparos y explosivos que van más allá de las piedras.

No hubo ni piedras de por medio en la muerte de Lubna Hanash, de 21 años, estudiante de Segundo de Derecho en la Universidad de Al Quds, originaria de Belén. Murió también en enero de 2013 cuando un soldado le disparó mientras iba por un camino junto a su compañera Suad Jiara. Estaban en los alrededores de la Escuela de Agricultura de Hebrón para visitar la biblioteca, en un día de huelga. A las afueras del campus sí había algunos manifestantes, pero no, insisten el relato de la superviviente y los vídeos de la prensa local, donde ellas se hallaban. Una bala entró por la mejilla izquierda de Lubna y le destrozó el cráneo. El Ejército israelí explicó entonces que un coche con un alto mando había sido atacado en las proximidades. En ninguna grabación aparecen implicadas las dos chicas.

Fuente: Carmen Rengel, Cadena Ser - España