MUNDIAL¿Es posible una guerra entre China y Estados Unidos?
Por Roberto Torres Collazo
Editor del colectivo Cambio Social, EE.UU.
20 de agosto de 2021
El conflicto entre EE.UU y China es la principal confrontación geopolítica en el mundo. Todos sabemos de la guerra comercial que se ha desatado entre ambas naciones. Para EE.UU su competidor más fuerte representa no sólo una amenaza comercial, también a su economía, tecnología, hegemonía y aparato militar.
En la clásica obra china del siglo 5 A.C El arte de la guerra de Sun Tzu enseña que es mejor establecer alianzas con los estados vecinos. Ya que una guerra costosa es perjudicial para ambas partes, lo sensato a menudo es un arreglo pacífico. Las actuales tensiones con Taiwán, el Tibet y en el mar Meridional son de baja intensidad. Se estima que China en veinte años podría ser la primera potencia mundial y actualmente es la segunda economía que busca posicionarse como la primera economía del mundo en los próximos diez años.
China mediante sus productos y proyectos de infraestructuras de mutua dependencia ha llegado a los países del Este de Asia donde incluso EE.UU y Europa tienen una fuerte influencia. Ha llegado también al Medio Oriente, África y en América Latina y ha firmado tratados comerciales con Chile, Perú y Costa Rica. Está presente en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay en los sectores como la soya, el café, la caña de azúcar, el biodiésel y el algodón. En la tecnología China es el mayor fabricante de smartphones y Tense es la quinta empresa más valiosa por encima de Facebook. Y miles son sus productos Made in China que llegan a muchos otros países.
El gigante asiático no busca la confrontación bélica, si no naturalmente satisfacer las necesidades de sus Mil 400 millones de habitantes pero también busca los mutuos beneficios internacionales en la interdependencia. Desde que llegó al poder en el 2013 el Presidente Xi Jimping declaró que busca relaciones de “mutuo beneficio sirviendo a largo plazo a los intereses fundamentales de todos los pueblos del mundo” En el 2015 en el foro Boao, foro asiático equivalente al foro de Davos añadió: “Para construir un destino común, necesitamos buscar la cooperación donde todos ganemos en el común desarrollo” (Woodward, p.55).
Por otro lado, la Unión Europea y EE.UU se dedican ha fomentar la Chinofobia (miedo irracional contra China). Una muestra de ello es que Washington responsabiliza a Beijing de la pandemia y destaca los abusos a los derechos humanos. Condenan la violación de los derechos humanos, pero no se miran así mismo. El 22 de julio mandó al consulado chino en Tejas a cerrar porque estaba supuestamente en peligro la información privada e intelectual de los estadounidenses. EE.UU acusa, sin presentar pruebas, los presuntos ciberataques e intromisión en las elecciones presidenciales de EE.UU.
Una guerra a gran escala no parece posible, por tres motivos. Primero, el gigante asiático tiene diversos problemas internos, como su gran deuda pública, que debe resolver antes de embarcarse en un conflicto global. Segundo, aunque el ejército chino se ha reformado notablemente, todavía no está en condiciones de superar al estadounidense. De acuerdo al profesor de economía Claudio Katz de la Universidad de Buenos Aires, en el 2019 el presupuesto chino militar estuvo alrededor de $261.000 millones de dólares frente a los $732.000 millones de EE.UU. Beijing cuenta con 260 cabezas nucleares mientras Washington tiene 4.500. EE.UU cuenta con 11 portaviones nucleares, China, ninguno. EE.UU tiene más de 800 bases militares en el mundo y China, una, en Djibouti, África. Tercero, ya desde los tiempos de la administración de Bill Clinton (1993-2001) el vicesecretario del Departamento de Defensa Chas W. Freeman anotó: “China no participa de una carrera armamentista, no acepta la lógica de la destrucción mutua garantizada” (Feliu, p 85).
En suma, una guerra total entre EE.UU y China no parece factible, aunque no deberíamos descartar futuros enfrentamientos indirectos en zonas claves como el mar de la China Meridional, Tibet y Taiwán. China, en sus 5 mil años de historia deberían ser suficiente muestra de que no es un país con aspiraciones de invasiones o intervencionismos en asuntos internos de otros países. En los últimos 400 años sólo inició una guerra en 1979 contra Vietnam. EE.UU y China ambas están en la cima del poder y a ninguna de las dos les conviene una guerra total, ni a la humanidad tampoco.
Referencias
China 2020-Informe. Amnistía Internacional. Portal: Amnesty: versión en Español.
Hernandez, M. (2021, Febrero). La relación China-América Latina cumplió seis décadas. Portal: Rebelión.
Jacques, M. (2012). When China rules the world: the end of the western world and the birth of a new global order. Editorial: Penguin Books. United States.
Katz, C. (2021, Abril). Estados Unidos y China: una puja entre potencias disimiles. Portal: Alainet.
Poch-de-Feliu, R. (2009). China: un mundo en crisis, una sociedad en gestación. Editorial Crítica. Barcelona.
Ríos, X. (2018). La China de Xi Jinping. Editorial Popular. Madrid.
Torres Collazo, R. (2019, Mayo). China. Portal: Latinos y Latinas Por El Cambio Social.
Woodward, J. (2017). The US vs China: Asia’s new cold ward?. Editorial: Manchester University Press. United Kingdom.
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