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MUNDIAL

Si la vida te da limones, haz limonada y el Pensamiento Positivo

Por Roberto Torres Collazo
Editor del Colecivo Cambio Social
5 de Junio de 2021

En una ocasión un amigo me invitó acompañarlo a un adiestramiento de ventas de una multinacional o corporación como le llaman en EE.UU, que no recuerdo el nombre. El adiestramiento era para ser vendedor de productos de limpieza, vitaminas naturales, de belleza y cuidados del cuerpo. Recuerdo muy bien que los organizadores nos recibieron en un lujo hotel vestidos implacablemente, con una gran sonrisa. El adiestramiento consistió en un video sobre el prestigio de la compañía, nos decían que nos levantaremos del asiento, al son de música a alto volumen que alzáramos los brazos, que nos agarremos las manos y digamos en voz alta “¡¡Yo si puedo!!” “¡¡Soy un triunfador!! “¡¡El cielo es el límite!!” y aparecieron en la tarima vendedores triunfadores. Había toda una atmósfera de fiesta y explosión de emociones. Al final, le digo a mi amigo: Eso se parece una secta. Esta experiencia es una pequeña muestra de como funciona la teoría del Pensamiento Positivo (PP) para tener éxito aplicado a las empresas. La cosa no para aquí. El culto al PP se extiende también a casi todos los aspectos de nuestra vida psico-social.

El PP esencialmente nos dice: te estas muriendo de cáncer, se positivo, te despidieron del trabajo, sonríe, te divorciaste, tienes que ver el lado positivo, aunque por dentro estés destrozado o destrozada, te van a desalojar de tu apartamento o casa, tienes que ser positivo, tu pareja te agrede diariamente, tienes que ver el lado bueno. Mírate en el espejo y dite a tí mismo: “Soy feliz” “Soy fuerte” “Soy especial”. Los motivadores insisten que tienes que repetir esa actividad todos los días. Es decir, usted tiene que “lavarse el cerebro” así mismo. En realidad es una idolatría al individualismo, que según la escritora Barbara Ehrenreich tiene sus raíces históricas en el antiguo calvinismo, su desarrollo en el Nuevo Pensamiento y posteriormente su construcción bajo el capitalismo neoliberal. Este último, es responsable de muchos males, sin embargo nunca es cuestionado ni es criticado por el PP.

Los gurús del PP nos repiten de mil maneras que dejes tus sentimientos e ideas negativas, cambia tú y el mundo cambiará, no prestes atención a las noticias, a las desigualdades socio-económicas, las injusticias, a los daños al medio ambiente, las guerras, aléjate de las personas negativas aunque puedan ser tu madre, tu hija o nieto. No hables con gente negativa. No participes en huelgas para exigir mejores salarios. Si no logras el éxito en la vida, es tu culpa. Tienes que reprimir tus pensamientos y sentimientos negativos. De aquí que el PP es una ideología deshumanizante por cuanto no puedes ser tú mismo o tú misma y toma distancia de la solidaridad, la compasión y la generosidad.

El PP tiene millones de seguidores y seguidoras en el mundo, una visita en Google, basta para comprobar. Especialmente desde que Martin Saligman, uno de sus máximos representantes, llegó en el 1997 a la presidencia de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, en inglés) han salido cientos libros de autoayuda libros que son en su mayoría narcisistas e ilógicos, talleres, artículos, portales digitales, revistas, cursos universitarios y hasta sindicatos han caído en sus garras. Se dan conferencias, se venden afiches, banderines, tazas de café, sábanas y hasta collares de perro con mensajes: “Life is good” [Que bello es vivir], “Aspira a las estrellas” “Dios quiere que sea rico” y muchos otros. Los “apóstoles” (hay mega iglesias predican el PP) y profesionales se defienden expresando que todo el mundo tiene derecho a ser optimista, diríamos que no es saludable tampoco el optimista o pesimista fundamentalista. Si por ejemplo alguien tiene el COVID-19, debe enfrentar sus sentimientos negativos y naturalmente buscar ayuda pero si le decimos, no te preocupes, todo saldrá bien, ¿qué ocurre si se muere?. Sus defensores dicen también que los sentimientos e ideas negativas afectan la salud, la realidad es que no hay consenso entre los científicos al respecto de acuerdo al psicólogo danés Svend Brinkmann.

En el plano psicológico, la ansiedad por el triunfo individual puede llevar a largo plazo a la depresión, de acuerdo al estudio de Gabriel Oettingen y su equipo. Hacen la salvedad que a corto plazo, pueden ayudar y mejorar el estado de ánimo. Nos preguntamos, ¿y después que pase la fantasía positiva qué hacemos?. María Ibañez y Jesús Jimenez, directores del Centro de Psicología e Introspección español, recomiendan que hay que buscar las causas de los problemas, no huír. Anotan que el PP “Es una forma de autoengaño y además genera frustración”.

El adagio Si la vida te da limones, haz limonada, no siempre se aplica a todos los momentos, a todo lugar, cultura, grupo o individuo. Una aguda depresión no se resuelve con el PP, lo mismo un estado severo de ansiedad. Tampoco un colapso financiero nacional, el sufrir una dictadura o pseudodemocracia. Lo que se sugiere es buscar las causas internas y externas, enfrentar la realidad, considerar alternativas, buscar ayuda profesional o espiritual y aprender gobernar los sentimientos negativos.


Referencias

Brinkmann, S. (2020). Sé tú mismo: la locura de la superación personal. Editorial: Ned. España.

Cabanas, E. & Lllouz, E. (2019). Happycracia: cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas. Editorial: Paidos. Barcelona.

Ehrenreich, B. (2011). Sonríe o muere: la trampa del pensamiento positivo. Editorial: Turner. Madrid.

Flores, C., M. (2014). Los banqueros de Dios: aproximación evangélica a la teología de la prosperidad. Ediciones: Puma. Perú.

Oliveras, A. Entrevista a Ibañez, M., & Jiménez, J. (Septiembre, 2019). El pensamiento positivo es una forma de autoengaño. Portal: El Periódico.

Oettingen, G., Mayer, D., & Portnow, S. (January, 2016). Pleasure now, pain later: positive fantasies about the future predict symtoms of depression. Web: Psychological Science.