NACIONALEl Papa sabe que el infierno está lleno de buenas intencionesEl Papa sabe que el infierno está lleno de buenas intenciones
Por P. Luis Barrios
Para esto está la Iglesia, hermanos y hermanas, para enseñar a rezar; pero para enseñar a rezar como se debe, no aquella oración que adormecía: Confórmate, vive pobre, a la hora de la muerte Dios te dará un cielo. ¡Esto no es cristianismo! Por eso nos dijeron a los/as cristianos/as que dábamos opio al pueblo y ahí tenía razón el comunismo. (San Romero de Las Américas: 24 de julio, 1977/1-11, 143)
Me sumo a quienes en este momento han dado una cordial bienvenida al Papa Benedicto XVI a esta parte del mundo. Confiamos que su visita nos ayude a descubrir que hay la necesidad de construir un mundo más justo en donde la creación de Dios sea repartida equitativamente. También confío que él como líder espiritual pueda escuchar la voz de quienes han sido oprimidos/as y excluidos/as por tantas injusticias políticas, sociales, económicas y religiosas.
En este escrito deseo reflexionar sobre lo que no se está reflexionando teológicamente con la visita de Joseph Ratzinger, mejor conocido como Benedicto XVI, un teólogo alemán elegido Papa de la Iglesia Católica Romana el 19 de abril de 2005. Definitivamente que esta visita a causado un revuelo de papamanía y en este momento mucha gente está en un éxtasis arrebatador. Por supuesto, todo esto está sirviendo como otro de esos reality show que nos mercadean diariamente aquí en Estas Unidos para adormecernos con pendejerías piadosas.
Yo no tengo la menor duda que en el momento de la elección de Benedicto XVI como Papa el Vaticano determinó que entraban una vez más en la política reaccionaria y en la defensa de las elites que gobiernan dentro y fuera de la Iglesia, las cuales se distinguen por promover una teología fundamentalista racista, etnocentrista, heterosexista, clasista y sexista, entre otras cosas. Que no se nos olvide que antes de ser Papa, Joseph Ratzinger fue quien presidió la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Nada tiene de nuevo el decir que el Papa Benedicto XVI es parte de la ultra derecha del Vaticano, como por ejemplo el Opus Dei, una organización que responde directamente al Papa y la cual se distingue por sus administraciones antidemocráticas y la poca flexibilidad para llevar a cabo reformas democráticas dentro de la Iglesia. Funciona como una especie de Agencia Central de Inteligencia (CIA) del Vaticano. De aquí el que no debemos olvidar la manera tan nefasta que Benedicto XVI, antes y después de ser Papa- manejó el asunto de los derechos reproductivos quitándole el derecho que tienen las mujeres de decidir sobres sus cuerpos, muy en particular en asuntos de sexualidad y terminación de embarazos.
Sin embargo con el emblema dizque moral de la preservación de la vida, llega a Washington y se reúne con el presidente George W. Bush –un asesino y terrorista- y en una de esas picardías teológicas lanzan ambos el grito de God bless America. Que el Papa se haga de la vista larga mientras está compartiendo con el Presidente Bush, quien ha orquestado una serie de prácticas de violaciones a los derechos humanos, la justificación de arrestos indiscriminados, torturas y asesinatos, es otra desfachatez. Asimismo, que el Papa Benedicto se siente a la mesa con Bush a celebrar mientras miles de seres humanos con el fascismo de este gobierno están siendo asesinados en Iraq y Afganistán, y mientras otros pueblos como el de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, entre otros países, sufren en carne propia las atrocidades de las mentiras e injusticias de este gobierno con sus prácticas terroristas, es otra desvergüenza. Miles de personas siguen muriendo con estas guerras imperialistas –cimentada en la mentira- del gobierno de Bush y a ambos se les ocurre dizque para demostrar su amor por la vida ponerse a hablar sandeces sobre el aborto. Esto a mi teológicamente me parece una falta de respeto a Dios y al pueblo. ¿Por qué ambos no discuten teológicamente el sentir de Dios ante la mentira?
Pero también, estos dos dizques cristianos y amantes de la vida –Bush y el Papa- se constriñen en su sinvergüenzada mística despistada olvidándose que de acuerdo al
National Priorities Project el costo económico de la guerra puede ser visto de esta manera: En todo Estados Unidos $512,281,015, 520; En el estado de Nueva York $45,955,593,309; en la ciudad de Nueva York $17,114,412,517. Esto equivale a unos $341.4 millones al día. Con tanta hambre en este mundo y este despilfarro de dinero que se escapa a los bolsillos de la clase dominante en este país. ¿Por qué el Papa no se metió en este asunto mientras estaba al lado de Bush?
Concerniente al costo humano más de 4,000 militares de Estados Unidos han perdido la vida en esta guerra de Bush-Cheney. Por otro lado, Antiwar.com reporta que unos/as 29,628 militares se han reportado con heridas y que más de 320,000 militares en hospitales de Vetarnos tienen un diagnóstico de daño cerebral. Por desgracia hay una práctica inhumana de no reportar el costo humano iraquí -o afgano- y de acuerdo al Presidente Bush para el año 2006 habían unos 30,000 civiles muertos mientras que para los/as investigadores/as de la Universidad John Hopking los números ascienden a más de 600,000 civiles asesinados desde la invasión militar. Ahora bien, mas allá de decir una retórica o semántica en contra de la guerra, ¿por qué el Papa Benedicto no acaba de decir que está en contra de la guerra, que la misma es un pecado capital que solo sirve para beneficiar a los intereses capitalistas de Washington y es necesario defender la vida? ¿Por qué no da una orden, como líder religioso y mandar a que estas guerras cesen?
Entre otras cosas, permítanme decirles donde es en parte que yo veo este meollo del embeleco teológico papal. Sencillamente, la figura de alguien que milita en las sandalias del hermano y compañero Jesús no debe de ser con un modelo de aristocracia o como dicen algunos, Rey de la Iglesia. Jesús era y sigue siendo un personaje del pueblo. La figura de cualquier líder religioso debe de ser la de un pastor que camina con sus ovejas y estar en medio de sus luchas del diario vivir. De aquí la necesidad de bajar de la cima de la montaña y reencontrarse con el pueblo en el valle de sombra y de muerte. Algo parecido a lo que San Romero de Las Américas hizo. A mi juicio, mientras el Papa no deje de jugar a la aristocracia está muy lejos de esta práctica pastoral del hermano y compañero Jesús.
Concerniente a argumentos teológicos tengo que señalar que el Papa Benedicto sigue con todo este asunto de continuar manteniendo una Iglesia dentro de un modelo patriarcal de supremacía masculina y de opresión a la mujer. Esto es un cinismo escatológico que solo persigue continuar rechazando a la imagen femenina de Dios. Lo mismo ocurre con todo este modelo heterosexista el cual se sigue utilizando para justificar la exclusión de la imagen homosexual de Dios. Lo moral teológicamente hablando dentro de una relación entre seres humanos lo es la ética del amor, respeto y compromiso. Por cuanto Dios nos creo con esa capacidad, esto puede ser entre dos hombres o dos mujeres. Y que no se nos olvide la bendición clasista que diariamente el Papa Benedicto le ofrece al capitalismo cuando no critica las injusticias del Fondo Monetario Internacional, el G-8, el Banco Mundial, los Tratados de Libre Comercio y otros demonios mas. Teológicamente hablando, podemos debatir si el comunismo surge o no surge dentro de la Biblia sobre todo en el Libro de Hechos –yo soy de los que cree que si, que Dios se lo inventó y Marx lo plagió- pero lo que no se debate es la condena abierta hacia el capitalismo por parte de de Jesús y de la Iglesia antes de que esta pasara a ser parte de la clase dominante. Millones de seres humanos –la imagen de Dios- mueren porque no tiene que comer mientras unas naciones, incluyendo el Vaticano se bañan en la abundancia de la acumulación como resultado de robarle al pueblo lo que le corresponde. ¿Por qué el Papa Benedicto no aprovecha ahora que está aquí, en las entrañas del monstruo y mete de una vez y por todas en este asunto de condenar abiertamente el sistema capitalista por todas las atrocidades que está cometiendo?
En el asunto de los escándalos de pedofilia primeramente quiero aplaudir el gesto humano del Papa de reunirse con algunas de las víctimas. Ahora bien, me preocupan enormemente dos mitos levantados en estos asuntos de los escándalos sexuales. Por un lado la manera en que se sigue mercadeando el mito de asociar a la pedofilia con la homosexualidad. No hay la menor duda que la mayoría de los hombres envueltos en el crimen de la pedofilia son heterosexuales. Por lo tanto, hay que corregir este disparate eclesiástico.
Lo otro es el tratar de justificar este crimen de la pedofilia con el asunto del celibato. O sea, por cuanto los curas no los dejan casar les da con esta vagabundería de cometer abusos sexuales. Esto es un asunto mucho más serio que nada tiene que ver con el celibato, sea este obligatorio u opcional. El otro asunto dentro de los escándalos sexuales lo es el no reconocer la falta tan seria y criminal de la Iglesia como institución de proteger y ocultar a los curas que han cometido los crímenes. Señalar o identificar solo a los curas es una parte del problema y el Papa Benedicto sabe esto muy bien. El que la Iglesia como institución haya desarrollado una práctica teológica en donde esa institución religiosa es más importante que el pueblo, no es aceptable, esto es una abominación. A estos curas, con el propósito de proteger a la institución, se les envío a otras diócesis, o a otros países, y a Dios que reparta suerte donde quiera que estén. Esto es un crimen capital.
Y por último y no menos importante lo es toda esa teología fundamentalista-vaticana del Papa Benedicto de no querer reconocer por un lado la existencia e importancia de unas culturas de verdad en relación con lo que entendemos son las revelaciones de Dios. Estas culturas nos demuestran que la experiencia de Jesús es solo un modelo, no es el modelo de salvación. Y a la misma vez que toda teología para ser relevante y reverente debe de estar cimentada dentro de las realidades históricas, sociales y políticas de las luchas de los pueblos por su liberación y no en la realidad falsificada del Vaticano. Aquí es que entra nuestra teología de la liberación con un proyecto de la paz con justicia. Queremos una Iglesia que siente y actúe con el pueblo.
P. Luis Barrios
Iglesia San Romero de Las Américas
New York, New York
18 de abril de 2008
lbarrios@jjay.cuny.edu
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